sábado, 31 de mayo de 2014

Compromiso y Misión / Orlando Costas

Orlando Costas

Capítulo 5
La misión como 
crecimiento integral

“LA IGLESIA existe por la misión como el fuego por la combustión”, dijo el finado Emil Brunner. Es interesante saber que en la Biblia la imagen del fuego se asocia con la acción dinámica del Espíritu Santo. Es así como Juan el Bautista les dice a los discípulos, “Yo los bautizo con agua. . . pero el que viene detrás de mí. . . los va a bautizar con Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11). Y el día de Pentecostés, según se nos dice, aparecieron sobre los discípulos lenguas como de fuego (Hechos 2:3).
En el Nuevo Testamento, la acción del Espíritu Santo se orienta siempre hacia el crecimiento. Esto queda clara-mente demostrado en el libro de los Hechos, donde él se presenta en una actividad expansiva, desde el aposento alto, a Samaría, a Jafa, a Antioquía, a Macedonia y a Roma. La iglesia, que bajo la acción del Espíritu Santo nace y se mantiene viva, queda atrapada en la continua actividad del Espíritu. Por lo tanto, un signo fundamental de la iglesia es su participación en la acción expansiva del Espíritu Santo.

Dios quiere y espera que su iglesia crezca, pero no cojeando, ni anímicamente, ni anormalmente. Quiere que su iglesia crezca en anchura, numéricamente, como comunidad apostólica. Quiere que su iglesia crezca en profundidad, vivencialmente, orgánica y conceptualmente, como comunidad de adoración y de nutrición. Quiere que su iglesia crezca en altura, como modelo viviente y visible, como signo del nuevo orden de vida introducido por Jesucristo que está desafiando a las potestades y principados de este mundo. En el curso del presente capítulo quiero concentrar la mira en esos tres aspectos del crecimiento eclesial.....